
Miro atrás y me doy cuenta que casi ha pasado un año, me prometí y avisé a mi circulo más cercano, familia, amigos, compañeros que este sería un año muy especial , que tenia que aislarme, concentrarme , volcarme, invertir, no es fácil, ya no tengo 24 años, sobretodo físicos aunque es cierto que el espíritu y mi cabeza siguen tan activos como hace 20 años atrás, con mas sosiego, reflexión y menos impulsividad, para algo debe servir la madurez ¿no?
No es fácil, renunciar al día a día de la actividad normal, después de una pandemia que en cierto modo nos ha relajado, bajado las vueltas, el paro sirvió también para cosas positivas, llevaba muchos años sin poder pararme a pensar dedicándole tiempo a ello, sin la presión del tiempo, de la inmediatez, de la reacción rápida e impulsiva, ahora uno mira atrás y se da cuenta que esos días al margen de protegernos y hacer lo que tocaba, sacamos algún que otro provecho por no hablar que es cuando mas he podido volcarme a mis hijos .

Y ahora un año después de querer volver a levantarme, crear un equipo, reparar sueños rotos, construir nuevos sueños, ver la vida con otra perspectiva, querer hacer las cosas diferentes, vivirlas de forma diferente, pertenecer a algo, solido, real, tangible, que para mí es lo que siempre entendí como empresa, algo que aunque no me pertenezca en propiedad, la siento mía, me identifico con sus colores, con el credo, con sus motivos, con su pasado, como no su historia su presente y su futuro, necesitaba pertenecer algo donde no solo fuera un número, ante todo fuera persona, a quien se le abrían las puertas de unos increíbles proyectos donde poder enriquecerme, aportar y construir , no es acaso este el mayor sueño de cualquier profesional …?
Vuelvo a tener presión, pero en parte me doy cuenta que adoro esta presión, desde que tengo memoria laboral, me han acompañado palabras que en ocasiones parece que estén reñidas con el buen hacer o la buena praxis, Ambición, retos, superación, crecer, escalar, siempre como no, desde el respeto, la humildad, educación y sin querer hundir a nadie, no soporto los que escalan y crecen trepando y pisando a todos los que le rodean, solo por el hecho de escalar y subir cuando mas alto mejor, donde los resultados son lo único que importa a pesar de tener que pagar un alto precio .

Mi presión va paralela a mi grado de felicidad, quiero ser mejor, quiero superar mis miedos, mis terrores, mis inseguridades, seguir avanzando romper el miedo a estancarme, odio aburrirme, necesito que la llama siga fuerte y levantarme cada día mejor de lo que me he acostado, y si por aquello de los problemas cruzados algún día me acuesto mal, tener los recursos donde agarrarme y pensar donde estoy, donde quería estar, que hemos conseguido y vislumbrar la carretera por la que estamos circulando y ya hace un año empezamos con tanta ilusión .

Llevar la presión no es fácil, sobretodo para los que nos rodean, familia, hijos, parejas, que sufren el Impacto directo de las locuras de este macabro oficio, por suerte, a medida que ganamos experiencia sabemos prepararnos para lo que va a venir, y es crucial diría que vital, buscar las válvulas necesarias para que de vez en cuando, se puedan abrir y descomprimir, relajar tensiones , cargar pilas y arrancar de nuevo
Llega un momento de reconocimientos, premios, presentaciones, ponencias, una vorágine post Pandemia, donde hay mucho que decir, en parte seguro que gracias a esta presión que hemos vivido este año, pero sobretodo por la ilusión del primero al último que forma parte de este proyecto, un proyecto donde todos ganamos y todos perdemos, un equipo en mayúsculas donde no tengo reparos en reconocer la importancia de tener una propiedad implicada, que viva el negocio, ayude a ejercer la presión y también a reconocerla y liberarla cuando toque, me quedo con una frase de Diego García, aquí si la empresa gana y avanzamos todos ganamos del primero al último , mientras seguiremos presionando y presionados con un único mensaje, ser felices con lo que hacemos y hacer felices a los demás .

Querido amigo, si la cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones, alguien como tú que refuerzas y motivas de manera inteligente y proactiva eres el que forja una cadena indestructible.
Gracias por tu labor, buen servicio compañero.