El bar Español es un templo, un zoco, una biblioteca, un colegio de ingenieros, abogados, cuna de emprendedores, congreso de políticos, y consulta de psicólogo ó confesionario, incluso un lugar donde beber y comer. Y es el Barista un camarero especial, alguien capaz de atender todos esos requisitos del Bar Español, que es distinto a los demás congéneres de otros países, porque si nos fijamos bien desde la entrada al bar y los papeles en el suelo, el nivel del volumen, la manera de solicitar “¡otra!”.
El Barista debe saber de cafés y servirlos, de cervezas, vinos y servirlos, refrescos, coctelería, cocina más o menos elaborada y servicio rápido y atento, movimiento continuo, sin dejar de lado el lavavajillas y el enfriatapas, el canal de televisión y la selección de partidos que se retransmiten. El enfriatapas, al pesao, al caradura que se escaquea de pagar, al que le canta el alerón, el que bebe y no calla, incluso a la gente normal que simplemente se acerca al bar a disfrutar de “algo” en compañía humana y buen ambiente.
Lo curioso de nuestros bares es la diferencia abismal en cuanto la oferta dependiendo de la zona, siendo así el detalle por ejemplo de la tapa, ese detalle que en algunas zonas regalan y en otras venden. Y la manera de ofertarlas, en algunos lados exhiben delicias culinarias en vitrinas climatizadas y en otras sin vitrinas, maravillosos pintxos encima de la barra en el mejor de los casos con un poco de film transparente y punto, será que la ley es distinta. Como en el tema de los horarios de cierre, y ahora más que nunca el consumo de tabaco, cosas de bares ¡qué lugares!.
Al final de estas letras me quedo con lo mejor, con el spot de coca cola, y además con la “mundología” del camarero que defiende/atiende ese bar, de la forma más digna y con muchas horas encima.
Gastronómicamente vuestro
Salud y buenos bares!