Los bares ya no huelen a anís, a tabaco, a coñá, a cabeza de gambas por el suelo, ya no lucen una cuarta de servilletas por el suelo ni se oye lo de “otro reo!”, los partidos de futbol han ocupado la cartelera del bar y apenas quedan resquicios toreros, los bares sin futbolín ni máquina de marcianitos son menos bar, algunos tienen diana electrónica pero no es lo mismo, los vasos de tubo están desapareciendo y los de caña casi casi, esos que dan juego a gogó porque lo mismo valen para un café que una infusión, que cerveza, vino, vermú o mosto, aparte del vasto de agua que acompañe a la copichuela de chinchón, humilde versión de aperitivo marsellés o verde absenta bohemia, los bares ya casi no tienen la ristra de jamones y paletas expuestos y aromatizando más que una ristra de ajos.
Apenas se ven con esa plancha donde retuestan la panceta y el lomo adobado de los montados, casi no quedan con calientatapas al baño maría donde lucir fritanguita y guisoteos populares a cincuenta grados, sólo se ven vitrinas llenas de boquerones en vinagre, mejillones en escabeche, latas de berberechos y anchoas en salazón junto a felices aceitunas y otros encurtidos de fabuloso maridaje, los bares de siempre no tienen expuesta la tortilla ni platos elaborados con huevos, ni mucho menos presumir que son de la casa, sólo alguno irreductibles vascos que tienen muestrarios de tapas sin cubrir y son alabados por su buen gusto, el resto de España no… Los bares ya no tienen esos baños… así.
Los bares ya no tienen el vino caliente porque se toma del tiempo, ni te lo sirven en copa pequeñita hasta arriba o en vaso de caña, los bares de ahora ya no son como los de antes, los bares de ahora son diferentes en casi todo Y ME ALEGRO, COPÓN! Pero algo no cambia afortunadamente, siguen siendo atendidos por personas, gente que te mira a la cara y te atiende, que podrá tener sus días mejores y peores, sus pros y sus contras, pero son gente que está ahí para ti, para servirte lo mejor posible, eso señores míos, es lo mejor de los bares.
No os digo nada más.
Gastronómicamente vuestro
Como siempre, grande!