Ya llegó el verano y en España es calor, mucho calor, y el momento de sacar las terracitas y empezar a vivir la noche a pesar de todo. La Restauración cambia el chip, los horarios se alargan y el consumo cambia, los platos deben ser algo más ligeros, platos frescos y pescados marcan tendencia y el tema al que voy, la bebida, ahí también cambia ¡y mucho!
El consumo de cerveza se dispara, normal, mucha agua y poco alcohol y siempre frío aunque sea por demás, los refrescos, especialmente los bajos en calorías multiplican sus ventas, el vino blanco y rosado son protagonistas de los comedores, y algunos afortunados vuelven a conocer la sidra, pero creo que es un momento complejo donde se puede ir más allá, si el servicio ha sabido venirse arriba y recuperar un poco el protagonismo merecido, dar más servicio con algo tan sencillo como un Gintonic, porqué no se complica un poquito más la vida y oferta algo tradicional, pero bien hecho?.
Más allá del tinto de verano hay vida, incluso lejos de la maltratada sangría que tanta polémica desata y del popular rebujito o su versión “pilicrím”. El camarero que gasta minutos para servir un combinado también se podría preciar por el servicio de bebidas elaboradas a partir de vino, recuperar el consumo es trabajo de todos y desde abajo, desde un vino con gaseosa todo es un producto que en manos profesionales puede ser todo una delicia, porque ni me imagino la Zurra que se montaría un Javier de las Muelas, o el rebujito servido dignamente con todas las posibles variantes de vinos de jerez, desde la más joven manzanilla en rama a como quiera llamar una lima/soda con palo cortado, allá el artista que se lo monte creo que es un éxito asegurado, y no debería observarse en ningún momento como algo denigrante para el vino, porque siempre nos queda la comparación con los destilados como el whiskey y el ron, por poner dos ejemplos claros.
Encaro el verano disfrutando de algo fresquito, sano, a precios asequibles y de calidad, productos Españoles y que unas veces por miedo y otras por desconocimiento se dejan en segundo plano. Cuando el marco de Jerez sea conocido más allá de nuestras fronteras se le dará el valor añadido que merece, reconociendo todas sus virtudes y aplicándole un servicio profesional, riguroso y creativo.
Así que me preparo una “Cuerva” de zurracapote y brindo a la salud de los camareros que se dignan de serlo, y que hacen su trabajo lo mejor posible con sus circunstancias, y por todo aquel que defienda el consumo de vino sano, sin complejos y con el mejor servicio posible.
Gastronómicamente vuestro, a la sombra de la parra
Salud y buen vino!
Adán Israel ,Presidente ASUMAN , Vcpte. Asoc. Sumilleres CLM